A lo largo de la historia, y hasta el presente, se han dado muchas enlazamientos entre las diferentes obras que ofrece un arte, pero lo cierto es que cuando el arte se remite a las pinturas y al vino, los placeres se sincronizan de muchas y variadas formas, a eso enfoca esta nota.Se han realizado obras desde el siglo XV, hasta la actualidad, que ofrecen otra cara de lo que es el arte en si, y que está dado por el papel protagónico que se le otorga al vino. Una muestra de eso se puede ver en el Museo del Prado, en Madrid, en el cual, durante el recorrido, se observan obras muy famosas, como “Baco o la monstrua desnuda” de Juan Fernández, “El sacrificio a Baco” de Massimo Stanzione, “La Bacanal” de Nicolás Poussin “La Bacanal de los Andrios” de Tiziano, “El gusto” de Jan Brueghel I, “El rey bebe” de David Teniers, “La ofrenda a Baco” de Michel-Ange Houasse, o “La vendimia” de Goya, entre otras obras. La mayoría de estas obras, al margen de su contenido artístico, histórico, cultural, tienen en común al vino, sobre todo teniendo en cuenta que al Museo del Prado lo han calificado como la pinacoteca más importante del mundo, ya que participan, aparte de autores españoles, también holandeses, belgas, y artistas de Europa Central.La raíz de este núcleo de obras en el Prado, se sintetiza en desplegarle al público, mediante estas famosas obras, todo lo que ha sucedido con el vino desde unos cuantos siglos atrás, como parte de la cultura y de la civilización, permitiendo interpretar las mitologías concernientes, y todo el desarrollo social, que incluye el trabajo de la vendimia, principalmente, (como base de relaciones sociales).En conclusión, todo este tipo de muestras artísticas sirve para conocer y disfrutar de obras que, pueden tener que ver o no con el vino, pero forman partes de un mismo placer, y en la acción de catar un buen vino, lo que se percibe en vista, nariz y boca, también podemos “catar” una obra de arte, y saber que mientras uno va reinterpretándola en toda su complejidad, se van a ir encontrando nuevas formas, colores, sensaciones, y, obviamente, placeres.