04 enero 2010

SEMILLON: EN PRESENCIA DE UN GRANDE.

Durante muchos años se le había dejado de lado, ya que unas décadas atrás se señalaba que era una uva común, y hasta se lo catalogaba como un vino barato, pero no está muy claro aún, si se trataba de la cepa semillón, o si era un vino mal elaborado, plantado en un lugar equivocado.
Como vamos a ver, hoy ya no es el mismo panorama, la variedad semillón tiene su origen en Burdeos, ingresando luego en Australia, para comienzos del siglo XIX, se la ubicó más tarde en Sudáfrica, conociéndosela con el nombre de Wyndruif, que significa “uva del vino”, y también se la conocería por Greengrape, por el intenso color de su follaje.
Es una cepa que se adapta muy bien a las zona frías, por ejemplo, en el Alto Valle de Río Negro, también en Tupungato, cuenta con características de buena textura y encomiable acidez, en zonas más templadas la uva suele adquirir un tono rosado, es una cepa relativamente fácil de cultivar, y aunque es resistente a las enfermedades, no tanto así con la botrytis, elevando el azúcar y la acidez, para elaborar vino dulce, por ejemplo en Burdeos, a esta cepa, se la utiliza para vinificar con cortes, los clásicos vinos Sauternes, como el caso del famoso Chateau d Yquem, que cuenta con una proporción en partes iguales de semillón y sauvignon blanc, y es considerado uno de los mejores vinos del mundo.
En este sentido, la gran combinación del semillón con el sauvignon blanc, da resultados admirables, también se presenta muy bien para la elaboración de los vinos espumantes, asociada a otras variedades, se nos suele presentar con colores amarillos verdosos, y algunos destellos dorados, con aromas cítricos, a durazno, también con características herbáceas de pasto recién cortado, y se pueden destacar notoriamente aromas a miel, tostados, siendo en boca equilibrado, pero seco, destacándose sobre todo el durazno, notas cítricas y la presencia de la miel, resulta ser una variedad a tener muy en cuenta, ya que su viejo pasado, lo ha revertido con holgura, presentándose ya sin acompañantes, confirmando que se encuentra en un estado óptimo para competir con las otras variedades blancas, al semillón se lo puede acompañar con pescados como las almejas, rabas o mejillones, como así también con un salmón grillado, pastas con salsas de espinacas, y porqué no con un cordero con salsa criolla de tomates secos. Bon Appetit.
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