Mucho escuchamos hablar de La Mancha, y seguramente una referencia ineludible es la de la famosa obra de Miguel de Cervantes, “El Hidalgo Don Quijote del La Mancha”, pero en esta ocasión justamente, vamos a hablar de algo que en el recorrido del libro abunda y mucho, y es que las citas al vino y a los viñedos que iban atravesando el Quijote, y principalmente Sancho Panza, nos adornan históricamente a esta importante región de España y el papel central que actualmente atesora en la vitivinicultura española.
La Mancha está ubicada en el centro de España, tiene una extensión de 30.000 km2 y está situada en la comunidad autónoma de Castilla La Mancha, ocupando las provincias de Ciudad Real, Cuenca, Albacete y Toledo.
Esta región que es la más extensa del mundo en cuanto a la superficie de viñas, con una cifra de 191.000 hectáreas que se acogen a la Denominación de Origen La Mancha, y su reglamento consta de 182 términos municipales, de los cuales 66 corresponden a Cuenca, 58 a Ciudad Real, 46 a Toledo y 12 a Albacete, y cuenta con más de 300 bodegas y alrededor de 23.000 viticultores.
El clima de La Mancha es mediterráneo continentalizado, que es similar al clima mediterráneo, pero con inviernos más rigurosos y veranos más cálidos, (que es lo propio del clima continental), aclarando que la lejanía del mar es la que da estas características de variabilidad térmica, con veranos de hasta 35 ºC hasta inviernos con temperaturas que bajan los 0 ºC, con heladas y algunas nevadas. Las precipitaciones se encuentran entre los 300 y los 400 mm anuales, con una mayor frecuencia en primavera que en verano, justamente considerando a esta última como la estación más seca.
La Mancha es tenida en cuenta por su tradición vinícola, con un suelo de estructura caliza, y 3000 horas de sol que otorgaran una maduración y una extraordinaria calidad a las cepas plantadas, entre las que se pueden mencionar a las tintas como la Garnacha, Moravia, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah, Merlot, y entre las blancas a la Airén, Chardonnay, Viura o Macabeo y Sauvignon Blanc.
Es evidente que actualmente La Mancha goza no solo de sus elevados niveles de extensión de tierras plantadas con sus grandes planicies, sino también de su extraordinaria calidad vitivinícola que ha ubicado a los vinos manchegos en el centro de la escena, y no es casual que un gran escritor y minucioso observador como Cervantes señale con respecto al vino manchego que su compañero Sancho bebía….…“Llenáronse de regocijo los pechos porque se llenaron las tazas de generosos vinos que, cuando se trasiegan por la mar, de un cabo a otro, no hay néctar que se les iguale.” Bon Appetit.