Vamos a hablar sobre Alemania y las regiones del vino, tratando de no perdernos en largos nombres, ya que a veces resulta complejo leer y recordar cada uno de las denominaciones de las regiones donde se hallan la mayoría de los viñedos, y tener en cuenta que está rodeada de un entorno sencillamente maravilloso.
En la parte norte de Europa, deslumbra Alemania por sus vinos blancos, los cuales son el 85 % de la producción, sobre una mínima cantidad de uvas tintas, y es a raíz del clima y suelo que no es favorable al desarrollo de variedades rojas, pero hay que señalar que toda esta producción se encuentra distribuida en trece regiones vitivinícolas reconocidas con denominación de origen del país, contando con 103.000 hectáreas de viñedos al año 2007, (el 1,3% del porcentaje mundial), y con 900 millones de litros de producción, de los que exportan 300 millones, sus principales países importadores son EEUU, Gran Bretaña y Holanda.
Las 13 regiones son las siguientes: Ahr, Baden, Franken, Hessische Bergstrasse, Mitterlrhein, Mosel-Saar-Ruwer, Nahe, Pfalz, Rheingau, Rheinhessen, Saale-Unstrut, Sacasen, Württemberg. En estas zonas se producen variedades blancas, rosadas y tintas, pero siempre prevaleciendo las cepas blancas, menos en la región de Ahr.
El clima general de Alemania es de inviernos muy fríos, veranos cálidos, lluvias que caen durante todo el año, los otoños suelen ser muy secos y largos, lo que permite que las uvas puedan madurar muy lentamente y desarrollen vinos de calidad de cosecha tardía, con aromas muy complejos.
Los estilos de vinos más conocidos son “Deutscher Tafelwein”, que es el vino de mesa Alemán, consumido en el país y no es exportado, “Auslese” que son vinos que se elaboran a partir de racimos sobremaduros y que son seleccionados individualmente, Kabinett como vinos muy finos, y en el cual se destacan los Rieslings que son muy cítricos y acidez equilibrada y muy marcada, la Spätlese que consta de un vino maduro, más dulce que el Kabinett, pero no tanto como el Beerenauslese, que es un vino caro y raro que se elabora con uvas seleccionadas individualmente, y que están afectadas por la podredumbre noble, y que cuenta con los mismo niveles de azúcar del Eiswein, o vino de hielo, el cual se congela el agua de la uva, más no los azúcares, por lo que se obtiene un vino muy dulce, pero con sabores muy frutales.
Las variedades encontradas en Alemania son la Riesling, Silvaner, Müller-Thurgau, Scheurebe, Gewürztraminer, Weißburgunder (pinot blanc), entre las cepas blancas, y Portugieser, Lemberger, Trollinger, Müllerrebe (Pinot meunier) y Spätburgunder, entre las cepas tintas.
Indudablemente que a Alemania, presentándola como una mujer con ambiciones en este mágico y atrapante mundo del vino, nos regala la frutilla del postre de todo el norte europeo, ya que esos intensos fríos se van a traducir en sabrosas y envolventes dulzuras, esos variados suelos que sugieren tan imponente mineralidad, se nos van a presentar como una frescura distintiva, y esos estilos y esa geografía le van a permitir a las cepas alemanas, al fin y al cabo, considerarlas entre las más finas del mundo. Bon Appetit.