
El clima de esta zona geográfica es de inviernos muy fríos, veranos templados, la oportunidad de una buena recepción solar en sus pendientes meridionales, que garantizan una buena maduración de la variedad, y lo llamativo son sus otoños, ya que son sumamente prolongados, con abundantes nieblas, de ahí el origen etimológico del Nebbiolo, donde nebbia en italiano, significa niebla, detalle importante si uno tiene en cuenta que esta variedad se vendimia hacia finales de octubre.
Para los enólogos es una cepa muy problemática, ya que es muy sensible, tanto al clima, como a la tierra, y a toda la geografía, se desarrolla mucho mejor en suelos calcáreos que en suelos arenosos, sus uvas son de granos azul intenso, con hollejos muy delgados, pero sumamente resistentes, que la hacen resistente a las plagas y al moho, en principio dan vinos de características frutales y luego sus aromas logran dejar algunas notas ahumadas, mucho más tánicas, lo que habla de la complejidad de aromas y sabores.

En conclusión, parece ser una sensual variedad, con una gran personalidad, propia de todas las características de su producción y desarrollo posterior, y toda una historia detrás de su nombre, que nos hace imaginar esos míticos bosques de leyenda, sombríos y brumosos, pero que abren paso a un armonioso y delicado destello de luz, cubierto de aromas, sabores y personalidad, llamada Nebbiolo.