En los últimos años se han dado muchas coincidencias entre la moda y el vino, quizás las circunstancias que rodean el glamour que puede ofrecer todo lo que gira alrededor del mundo de la moda, pero nada menor resulta el placer de beber un buen champagne como Piper Heidsieck. Los encargados de asociarse para seguir marcando tendencia en ese espacio fueron la marca de champagnes Piper Heidsieck y el diseñador de moda Christian Louboutin. Lo que han logrado es un pack que le han llamado Le Rituel, que consiste en una botella de champagne y una copa- zapato que cuenta con un gran tacón de cristal tallado de 14 centímetros, con una aguja muy afilada, curvas muy marcadas y una suela de color rojo transparente que marca la identidad de Louboutin. El fetichismo no concluye ahí, ya que la presentación de este pack incluye una caja negra de importante presencia, simbolizando una caja de zapatos en donde se puede visualizar con letras doradas, la insignia de la marca Piper Heidsieck. La idea del diseño, obviamente, es la de beber en la copa del calzado en su parte inferior por el “módico” precio de 350 euros, en donde las mujeres podrán beber champagne disfrutando de dos de los placeres más deseados, de la elegancia de un estilo que aporta una línea de sugestivos zapatos, pero a su vez también los hombres tener la posibilidad de gozar y descubrir la exquisita sensualidad de beber desde el calzado de una dama. Bon Appetit.
En los últimos años se han dado muchas coincidencias entre la moda y el vino, quizás las circunstancias que rodean el glamour que puede ofrecer todo lo que gira alrededor del mundo de la moda, pero nada menor resulta el placer de beber un buen champagne como Piper Heidsieck. Los encargados de asociarse para seguir marcando tendencia en ese espacio fueron la marca de champagnes Piper Heidsieck y el diseñador de moda Christian Louboutin. Lo que han logrado es un pack que le han llamado Le Rituel, que consiste en una botella de champagne y una copa- zapato que cuenta con un gran tacón de cristal tallado de 14 centímetros, con una aguja muy afilada, curvas muy marcadas y una suela de color rojo transparente que marca la identidad de Louboutin. El fetichismo no concluye ahí, ya que la presentación de este pack incluye una caja negra de importante presencia, simbolizando una caja de zapatos en donde se puede visualizar con letras doradas, la insignia de la marca Piper Heidsieck. La idea del diseño, obviamente, es la de beber en la copa del calzado en su parte inferior por el “módico” precio de 350 euros, en donde las mujeres podrán beber champagne disfrutando de dos de los placeres más deseados, desde la elegancia de un estilo, y del mismo modo también los hombres gozar y descubrir la exquisita sensualidad de beber desde el calzado de una dama. Bon Appetit.
Para muchos especialistas esta variedad está recorriendo el sendero que tuvo que realizar el Malbec en su momento, tiene un origen muy confuso ya que hay expertos que señalan que proviene de Grecia, que más tarde se instala en Piamonte y luego se extiende a nuestras tierras, pero al parecer ya un estudio en 1970 a cargo del ampelógrafo francés, P. Truel, y estudios más recientes que se han hecho en la Universidad de Cuyo determinaron que el ADN de la Bonarda no sería el de la variedad italiana, sino provendría de la variedad francesa Corbeau Noir, “Cuervo Negro”, haciendo referencia a sus características cromáticas. Esta variedad poseía en १९९० algo así como 12.186 hectáreas plantadas con un rendimiento productivo de poco más de 110.000 toneladas pasando a tener en este año, (según el Instituto Nacional de Vitivinicultura, para datos de 2005), unas 18.033 hectáरास con una capacidad productiva de 253.914 toneladas. En sus comienzos era considerada una uva de baja calidad por su baja graduación alcohólica, su maduración tardía, y su volumen de producción, utilizándose para vinos de mesa pero con el transcurrir de los años, muchas bodegas fueron apostando a su condición elástica, teniendo en cuenta que es una variedad a la que hay que seguirla, ya que es muy delicada y compleja en su proceso de elaboración pero que se llegan a obtener excelentes productos si se la trabaja con sumo cuidado. En general la variedad Bonarda, podemos señalar que es un vino muy generoso con el color, que va de púrpuras, a violetas intensos, que sus aromas son muy frutales con predominancia de frutas rojas como la frutilla, la fresa, y en algunos casos con notas de vainilla, y en boca una buena intensidad siendo un vino liviano, bajo en taninos, inmejorable para consumirlo jóven, con un excelente acompañamiento con pastas, con aves y con algunas carnes. A la Bonarda, se la debe respetar como a las damas, si la variedad Malbec es la reina, bien podría ser la Bonarda su princesa, su sensualidad resulta atrapante, su crecimiento no tiene límites, la complejidad de sus pensamientos es indefinible, hoy su rol está siendo más importante, ya no es solo “acompañar a…”, y el futuro la puede ver aún más en la cima de lo que pensamos, solo depende de ella, y por supuesto en acompañarla, y todo lo que significa enaltecerla… Bon Appetit.
Cuantas veces hablamos del aspecto visual de una variedad, sus colores y tonalidades, o los sabores que encontramos que resultan de tan diferentes sensaciones gustativas apreciables en la boca, o quizás aún la textura que posee, su consistencia o untuosidad, pero la cepa que hoy trataremos, se aprecia notablemente por su complejidad de aromas y perfumes que bien le caracteriza a una variedad como la gewürztraminer. Esta variedad de complicada pronunciación, y quizás en un auténtico porteñol sería algo así como “”, tiene su origen, (según estiman algunos estudiosos del tema) en Grecia, otros tantos señalan que su historia comenzó en Italia, en la localidad de Termeno (Tramin) en el Alto Adige, dando origen a este complejo vino blanco. Lo cierto es que en el siglo XIX, los alsacianos lo bautizaron con el nombre de gewürz, porque su traducción del alemán deriva de “picante”, pero su denominación se fue apuntantalando hacia otra significación; como “perfume”, “esencia” y también “aromática”, lo que quizás resultó mucho más acorde a la intención final. Las características de esta baya es que posee la piel muy dura y espesa, es de color rosada y generalmente posee una gran concentración de azúcar. Su mejor desarrollo sucede en climas fríos, y difícilmente cuente con una evolución satisfactoria en climas más calidos. Si bien suele ser una cepa que se la puede calificar como seca, lamentablemente no se la suele reconocer como una variedad que se caracterice por su sutileza; si por sus complejidades, ya que es una variedad picante, muy aromática, que posee muchos sabores de los denominados exóticos en los que se destaca el maracuyá, el durazno, notas de pomelo, lima y que también se expresa en flores como la rosa, algunos recuerdos de miel, ahumados y especias. Me parece que sería oportuno destacar que la complejidad y la multiplicidad de los aromas de la variedad Gewürztraminer, solo encuentran su paralelo cuando se lo compara con la sugestiva complejidad que se percibe en el “Perfume de Mujer”. Bon Appetit.
Es una de las variedades más nobles de Borgoña, Francia, es muy destacada también en la Champagne, y también en Loire, se la asocia a las “colinas doradas”, famosa Cötes d’or, o también “pendientes de oro”, esto hace referencia a la superficie de dos millas de ancho y treinta millas de largo de sus colinas, donde mejor se ha adaptado esta variedad. Estamos hablando del Pinot Noir, cuya denominación proviene del árbol de pino, en francés, y noir, que significa noche, por la coloración de la cepa. Es una de las cepas más antiguas de la historia, y era cultivada, tanto por los galos, como por los romanos, esta variedad siempre se le adjudicó a la preferencia de artistas, filántropos, poetas y grandes amantes de corazones femeninos. Es muy sensible a la variación genética, y hay un gran número de clones de ella, lo que ofrece la Borgoña de calidad, a esta variedad, son sus viñedos con una muy buena exposición al sol, tiene un suelo calcáreo, con piedras calizas, que tiene la característica de contener carbonato de calcio, lo que le da un buen drenaje. Pero también tenemos que señalar que es uno de los cepajes más difíciles de fermentar, tiene en general, un proceso de desarrollo muy acelerado, lo que lo hace muy propenso a la acetificación, tiene la piel muy fina, su color no es para nada intenso, debido a la inestabilidad genética que posee, es bastante vulnerable a enfermedades, sufriendo las heladas, lluvias y calores, pero posee un componente muy solicitado en estos tiempos, como el resveratrol, en cantidades mucho más importantes que otras variedades tintas. Como señalábamos anteriormente, su coloración es mediana, es un vino muy sutil, muy delicado, y sensual, es extremadamente suave y fresco, sus aromas van desde vainilla, fresas, cerezas, frambuesas, aromas florales a rosas y violetas, y también se destaca algo de pimienta y canela, su textura es suave y aterciopelada, cuenta con una acidez equilibrada, y no es muy tánico. No es una variedad que se destaque por un buen envejecimiento, se los debe consumir jóvenes, ya que al cabo de pocos años se oxida, es un cepaje transgresor por naturaleza. Este vino se puede consumir casi a la temperatura de un vino blanco, entre 8° y 10°, siendo uno de las pocas variedades tintas que se pueden consumir frías, y es la variedad distinguida en el acompañamiento al Chardonnay en el vino espumante. Este cepaje nos hace pensar, que se percibe diferente, en algunos casos compartido con otros grandes nombres, pero siempre atrapando miradas debido a su sensual individualismo, considerándose muy diferente, muy seductor para las mujeres, y para nada casual su compromiso con los poetas de la vida. Desde ya…Bon Apettit.
Esta circulando muchísimo por la red, y también por cientos de medios gráficos, la noticia que se refiere a que el consumo moderado de vino tinto, podría aumentar el deseo sexual de las mujeres. Veamos pues cual es el argumento, y cuál es la base para sostener dicha teoría.La noticia señala que una investigación realizada por científicos de la Universidad de Florencia, expusieron ante la opinión pública, que el consumo de vino tinto, aumentaría el deseo sexual de las mujeres. El trabajo de campo lo hicieron con 798 italianas de entre 18 y 50 años.A las mujeres se las clasificaron en tres grupos, según su consumo, las que consumían entre una y dos copas de vino diarias, las que bebían menos de una copa y las abstemias, el detalle risueño es que excluyeron a las que tomaban más de dos copas, para descartar cualquier posibilidad de ebriedad.Los parámetros clasificatorios, fueron en base a un cuestionario que marcaba el “índice de funciones sexuales femeninas”, resultado: las mujeres que bebían entre una y dos copas diarias, presentaban el mayor índice de deseo sexual.Para los médicos que realizaron el estudio, la explicación deviene en que la ingesta de vino tinto y la mejor sexualidad, se corresponden potencialmente, ya que especialmente los taninos del vino tinto, puede aumentar el flujo sanguíneo en zonas “claves” del cuerpo, el estudio no aclara cuales serían esas zonas “claves”. En ese sentido, lo que sí señalan los médicos italianos, es que no encontraron diferencias entre los grupo con relación a la satisfacción, la incitación y el orgasmo. La otra conclusión a la que arribaron, es que aunque la edad se relaciona con la pérdida de la líbido, las bebedoras de vino eran o igual o mayores que los otros dos grupos.La noticia, así como está, nos deja algunas dudas, por un lado, la realidad de que beber un par de copas de vino deja a un lado ciertas inhibiciones, y, en algún sentido, mejoran las relaciones sexuales, (sin cuestión de identificar género, ni grupo etario), pero por otro lado, sería interesante conocer, a que se refieren los investigadores, cuando señalan que los taninos actúan sobre zonas “claves”,y el modo en que eso actúa, pensando que ese nivel de información, serviría para conocer y conocernos más hacia el interior de nuestra personalidad y de nuestros placeres cotidianos.
Es quizás muy de sentido común, la afirmación general de que las mujeres consumen vino blanco, mientras los hombres consumen vino tinto, esto asociado, aparentemente, a los sabores tánicos del vino tinto y, por otro lado, los sabores frutados que acompañan al vino blanco, o al vino rosado. Pero una encuesta que fue realizada en EEUU, Europa y Japón, ha desmitificado esta hipótesis, por un lado la encuesta señala que las mujeres beben vino por lo menos una vez por semana, esa cifra es de 92% en EEUU, Alemania 66%, Inglaterra 61%, y Francia 52%. Pero lo que más llamó la atención, fue que en EEUU, el 79 % de las mujeres optaban por el vino tinto, en lugar del vino blanco o rosado, trepando esa cifra en Francia al 64%, estos datos arrojados por la encuestadora, se agregan a la confirmación, que cuanto más jóvenes son las mujeres, más se acercan a recorrer los caminos del vino.Mayo 31, 2009 by danroc Archivado en AWFan, Noticias AWFan