16 agosto 2009

EL LENGUAJE DEL VINO

Nos hemos ido acostumbrando con el tiempo a asociar con muchas palabras al denominar todo lo que se refiere al vino, y es que como sucede con otras temáticas, tiene un vocabulario distinto, al que la gente de a poco va apropiando. Hay una faceta lingüística un poco más compleja, más enológica, pero otra que tiene un vocabulario más accesible, que es utilizado diariamente y es el que mínimamente vamos a desarrollar a continuación:
Abocado: dulce, agradable al paladar.
Acerbo: de elevada acidez.
Acético: avinagrado.
Afrutado: con abundante frutalidad.
Antociano: sustancia colorante que se encuentra en el hollejo de la uva.
Añada: año de la cosecha.
Apagado: de baja acidez .
Aromático: perfumes muy intensos.
Aspero: con exceso de taninos.
Astringente: sensación táctil en las paredes interiores de la boca, por exceso de taninos.
Aterciopelado: suave textura debido a la glicerina.
Bouquet: conjunto de aromas primarios, secundarios y terciarios.
Brillante: un vino absolutamente limpio.
Caliente: excesivo alcohol.
Carnoso: denso, consistente, corpulento.
Chaptalización: agregado de sacarosa.
Chateau: castillo, bodega, viñedo francés.
Complejo: distintos sabores muy bien integrados entre si.
Concentrado: mucho sabor y color.
Corto: no tiene mucha persistencia.
Coupage: como blend, mezcla de distintos vinos.
Cuerpo: con fuerza alcohólica, muy intenso en general, pesado, sin acuosidades.
Fresco: con juventud y buena acidez.
Genérico: vino que contiene varias cepas de una región determinada, el cual lleva su nombre.
Largo: muy buena persistencia al final.
Ligero: lo contrario a mucho cuerpo.
Mineral: sabores primarios a minerales.
Noble: cepas distinguidas que crecen y maduran en diferentes contextos.
Oxidado: rancio y soso, por una gran exposición al aire.
Pasado: exceso de barrica o botella.
Perfumado: se presenta mayormente en vinos blancos, aromas a almizcle, fructuoso.
Persistente: muy largo final de boca.
Pesado: mucho alcohol y poca acidez.
Picado: vino acetificado.
Pierna, rías, o lágrimas: senderos incoloros que quedan en la copa, generalmente en vinos que superan los 12° de alcohol y por efecto de la glicerina.
Redondo: buen cuerpo, sin excesos de taninos.
Reserva: crianza mínima de un vino de 3 años en roble o en botella.
Respirar: vino una vez destapado.
Sarmiento: el desarrollo de la rama en un año.
Seco: vino con menos de 5° por litro de azúcar.
Tánico: con exceso de taninos.
Terso: refrescante nivel de acidez.
Trasiego: cambio del vino de una vasija hacia otra para su clarificación.
Varietal: vino de una variedad predominante.
Vendimia: recolección y cosecha de la uva.
Como estos términos hay muchísimos más, algunos más complejos, más técnicos, pero que nos van a ayudar a través de la construcción del conocimiento, a encuadrar todo lo que se desarrolla en todo el proceso de producción, desde la plantación en el viñedo, hasta la obtención del vino en la bodega. Bon Appetit.
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